El Rey Lagarto...el que parto y reparto.

La luna me mira
y siente pena.
Pena de cuan solo me siento,
pena de esta condena.
Que es quererte con el alma,
que es llevarte en mis venas,
y no poder contemplarte ni hablarte,
en mis largas noches en vela.

Luna no llores, no te aflijas,
no hagas más dura la espera.
Pues a tu luz he confiado mi esperanza,
he querido que tu seas mi compañera,
en este sin fin de tiempo,
en esta tediosa tregua...
hasta que ella vuelva a mi vera.

Cuando ese día llegue,
de mi alma morirá una parte,
y marchará a tu lado, luna amiga.
Que los buenos favores,
reciprocos han de ser,
y este favor mercece, sin duda,
mi alma de garante.

Por ello una parte de mi ser,
se elevará al etereo cielo
para hacerte eterna compañía.
Solo una última cosa te pido,
que en las noches frías,
nunca dejes de brillar.
Puesto que tu eres y has de ser,
por simpre, mi guía.

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