sábado, 17 de octubre de 2009

Medico sin frontera. (part 3)

12:19:00


Laura no pudo dormir en casi toda la noche. Ella sabía muy bien las pocas posibilidades que tenían de hallar a Mario. Contaban con una escueta información que un supuesto colega suyo les había proporcionado. Solamente sabían que Mario se había propuesto cruzar "El Chorogí", la "gran montaña", para poder llegar a la zona mas pobre y miserable de aquel, ya de por si, pobre y miserable lugar.
En aquel trayecto se enfrentaría a numerosas dificultades y peligros. Deberían navegar por el río "Ilumba", que en aquel dialecto significaba "río del infierno", y además de la fauna del lugar, no muy amistosa, tendrían que cruzar el poblado de los Yucais. Estos indígenas eran pacíficos y amigables, pero sus vidas se regían por unas reglas de convivencia muy duras y arraigadas. Y en su particular sociedad no pocas acciones e intromisiones se castigaban con la muerte, y eso para un estraño era un peligro a considerar.

Laura se levantó por la mañana con mas fuerza y decisión que nunca. La noche en vela no parecía haberla afectado. Sahím ya lo tenía todo preparado, y el mismo estaba ya en la canoa. Laura subió a ella y comenzaron a remontar el río. El silencio de Sahím era férreo y opaco, no hablaba ni una palabra, pero Laura podía notar que no dejaba de mirarla ni un solo instante. Llegaron a la mitad del río a medianoche y sin demasiados incidentes, aún restaba la parte mas peligrosa del trayecto, pero a los dos estaban satisfechos del transcurso del día. Sahím casi la ordenó que se fuera a dormir, la propuso hacer el la primera guardia y le prometió que la despertaría para el relevo. Pero no la despertó. A sahim le gustaba ser el guardián de los sueños de aquella hermosa mujer de ciudad que le había deslumbrado nada mas bajar del avión. Laura se lo recriminó airadamente nada mas cruzarse con él. Sahím esbozó una tímida sonrisa, casi imperceptible y la señalo la canoa.

El día no fue también como el anterior, naufragaron dos veces y el río se tragó parte importante de las provisiones. Cuando el sol estaba en los más alto , se acercarón a la orilla para un merecido descanso y comer algo. Mientras Laura intentaba salvar las maltrechas provisiones, Sahím fue en busca de alguna raiz comestible que ayudara a completar el almuerzo. El hombre no quería alejarse mucho la joven y por eso se fijó en unos tallos que crecían al amparo de un pequeño arbusto. Sin pesar en que algo malo podía acontecer alargó la mano para arrancar el apetitoso manjar vegetal, pero camuflada en aquel inofensivo matorral dormitaba la llamada "dama asesina", una de las sepientes mas venenosas y temidas de aquellos remotos parajes. Al sentir cerca la mano del indio el reptil se avalanzó sobre él mordiéndole dos veces, una en la mano y otra en el tobillo, cuando este intentaba la retirada.

Continuara...